El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico. El trastorno lleva el nombre del médico Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés que en 1885 publicó un resumen de nueve casos de personas con reflejos involuntarios, los llamados “tics”.
Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, lóbulos frontales y corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.
No sólo son tics:
No todas las personas con ST tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales como el trastorno obsesivo-compulsivo, en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención, en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética, y problemas preceptúales; o trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.
La amplia variedad de síntomas que pueden acompañar los tics puede causar más limitaciones que los tics mismos. Pacientes, familias y médicos necesitan determinar qué síntomas causan más limitaciones para poder elegir los medicamentos y terapias más apropiadas. Lo que es triste es que no existe un solo medicamento útil para toda persona con Síndrome de Tourette. Asimismo, no hay un medicamento que elimine todos los síntomas y todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Además, los medicamentos disponibles para el ST solamente pueden reducir síntomas específicos.
Los estudiantes afectados con Síndrome de Tourette necesitan un apoyo escolar específico. Para ello tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos…) tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.
Alternativas escolares para los estudiantes con ST
Según la severidad de los tics y la actitud ante ellos de los profesores, alumnos y hasta de el mismo, pueden verse afectadas las relaciones sociales, emocionales y académicas. El ST puede afectar de muchas maneras al aprendizaje escolar, tanto de manera positiva (mayor creatividad) como negativa, (gran falta de atención). Si los problemas de aprendizaje son leves, estos pueden superarse mediante apoyos en clase o pequeñas adaptaciones, pero si estamos ante un caso grave de tics o de otros trastornos asociados a los tics, se pueden precisar programas e intervenciones curriculares especialmente adaptadas. A partir de la adolescencia (donde se alcanzan los niveles más críticos) suelen disminuir los problemas de aprendizaje gracias a las ayudas y a las adaptaciones.
La incidencia de los trastornos asociados al ST y de los propios tics sobre el rendimiento escolar
Los esfuerzos de los niños por controlar sus tics pueden hacer que sus capacidades de concentración y atención disminuyan notablemente.
Los tics afectas a casi todas las áreas del aprendizaje como son: Cálculo, resolución de problemas, escritura, lectura, manipulación de utensilios etc.
El ST puede estar asociado al TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad), en muchos casos este trastorno aparece antes que los tics.
También puede estar asociado el ST al TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) esto también influye mucho sobre todo en la concentración debido a que genera estrés, ansiedad etc. Otro trastorno al que se asocia el ST es la depresión y trastornos de estado de ánimo, influye tanto en la concentración como en la autoestima, motivación etc.
El síndrome de Tourette y la inteligencia
El ST no afecta a la inteligencia, la mayoría poseen una inteligencia media o por encima de la media. Pero los estudiantes con ST pueden tener problemas de aprendizaje especialmente por los trastornos atencionales y conductuales.
La intervención del profesorado y de los Equipos de Orientación Pedagógica
Tanto los profesores como el EOP deben conocer y comprender bien el ST. Esto es necesario para que sepan restar importación y atención a los tics del alumno ya que esto contribuye a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones.
Además esta actitud servirá a los compañeros de los niños para que hagan lo mismo y aprendan a tolerar estos síntomas. Con esto se favorece la integración del niño. También el profesorado debe abarcar las necesidades emocionales como son la empatía y la comprensión, para disminuir las emociones negativas y para prevenir peleas, burlas etc.
Medidas que se toman en la escuela:
- Mantenimiento de las costumbres y la rutina escolar, esto ayuda al alumno con ST a tranquilizarse y desempeñar situaciones espacio-temporales estructuradas, ordenadas y previsibles. Sentarse en el mismo sitio, tareas en el mismo orden etc.
- Se deben seguir pautas y hábitos para prevenir o mejorar las dificultades atencionales y los despistes. Para ello: cuadernos distintos para cada asignatura, archivadores, hacer una lista de las tareas a realizar etc. La utilización de ordenadores conlleva a mejorar su capacidad de atención y a mantener una caligrafía mejor.
- Confiar al alumno/a con ST la realización de ciertas tareas que supongan una actividad motora o la posibilidad de salir del aula, como borrar la pizarra, recados a otro profesores etc. Así le das la oportunidad de liberar sus tics y de que se sientan responsables.
- Los alumnos con ST pueden tener conductas raras o inapropiadas, es conveniente actuar sobre estas conductas solamente en la medida en que distorsionen o interfieran excesivamente el desarrollo normal de la clase, con las relaciones con sus compañeros o con su propio aprendizaje.
- Hay que reforzar y estimular sus conductas y comportamientos adecuados. Necesitan ser elogiados y que se reconozcan sus esfuerzos, creatividad, espontaneidad, controlar sus impulsos etc. Integrar a los alumnos con ST, les ayuda con su autoestima y con las habilidades sociales.
- Evitar el etiquetado como por ejemplo “vago” “caprichoso” “despistado” etc.
- Es importante la realización de ejercicio físico para eliminar el estrés y desarrollar habilidades psicomotrices. En esta área hay que tener cuidado con integrar bien al alumno en los juegos en equipo ya que de no ser así aumentaría el nerviosismo, tics etc. en el alumno. También habrá que adaptar las actividades para que pueda realizarlas sin tener problemas, (efectos secundarios de algunos medicamentos etc).
Aquí os dejo unos vídeos sobre unos niños que muestran esta difícil enfermedad:
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