¿Necesitas una persona experta que esté a tu lado y te apoye en alguna etapa de tu maternidad? Quizá pueda ayudarte una doula.
Hace años las mujeres vivían la maternidad permanentemente acompañadas: hermanas, la propia madre, vecinas o amigas próximas estaban siempre a su lado.
Hoy día se ha perdido en parte esa red de complicidades tan cercana y, en cierta forma, las doulas vienen a suplirla. Son mujeres (salvo rarísimas excepciones, no hay doulas hombres), en su mayoría madres, que se ponen a disposición de otras mujeres para ayudarlas en el embarazo, el parto y el postparto.
Una doula te ofrece su experiencia para que vivas esta etapa de la manera más plena. ¿Cómo? Creando un entorno agradable y adecuado y cuidando de ti para que te encuentres bien y tengas energía, lo que hará que vivas en plenitud el embarazo y las primeras semanas del bebé. Eso sí: su función es de apoyo físico y emocional; las doulas no están capacitadas para realizar ningún tipo de examen médico (ése es trabajo de comadronas o médicos). Sí pueden ofrecerte sus conocimientos –algunas incluso tienen formación en terapias naturales–, pero no intervienen en decisiones.
Su papel es, por decirlo de algún modo, más presencial. Y entre sus cualidades deben estar la capacidad para escuchar y la discreción. Se trata, en definitiva, de utilizar la empatía para ayudarte.
Las doulas no tienen una preparación académica concreta, no existe ninguna titulación ni enseñanza reglada al respecto (algo que piden muchas de ellas). Sí tienen formación sobre la fisiología del embarazo, parto y puerperio, imprescindible para identificar cuándo se encuentran ante un problema y cuándo no.
Su trabajo dependerá en gran medida de tus necesidades. Cuéntale cómo te sientes, qué necesitas, dónde te resultaría útil su ayuda...
La doula durante la gestación:
La doula puede compartir contigo tu plan de parto o ayudarte a hacerlo, atender tus dudas, darte asistencia práctica (por ejemplo, en los preparativos del parto) y, por supuesto, ayudarte a afrontar los malos momentos o problemas que puedan surgir.
La doula durante el parto:
Las doulas realizan una función de apoyo emocional y físico a las mujeres durante el desarrollo del parto y la primera etapa post-parto. Su labor se realiza a través del empleo de masajes, aromaterapia, sugiriendo posiciones... facilitando el desarrollo normal del parto. La doula puede acompañar a la mujer durante su parto tanto en domicilios particulares, como en hospitales (ésta última opción está muy poco extendida en nuestro país, aunque es práctica habitual en países como EEUU). En el hospital, además de todo lo anterior, el papel de la doula es el de conexión entre la pareja y el personal médico.
La doula durante el post-parto:
La doula que acompaña a los padres durante los primeros días tras el nacimiento del bebé, especialmente tras la llegada del hospital, provee a los padres de la información necesaria para el establecimiento de la lactancia, actitudes que favorezcan el desarrollo físico y emocional del bebé, tranquilizando y calmando las dudas e inquietudes de los nuevos padres, con atención especial a la madre.
La doula en definitiva, acompaña a la madre de forma amorosa, le da información y la alenta para favorecer la aparición de la madre que toda mujer lleva dentro. Este acompañamiento es de gran importancia en uno de los momentos más vulnerables emocionalmente, y a la vez más bellos en la vida de una mujer.
Fuente: http://www.doulas.es/
Crecer feliz
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