¿QUÉ ES?
Trico significa “pelo”, manía “impulso” de realizar una conducta. La tricotilomanía es elcomportamiento recurrente de arrancarse el propio cabello, y/o vello del cuerpo, por simple placer, gratificación o liberación de la tensión. Se trata de un hábito nervioso reversible.
ETIOLOGÍA
Si bien se establece el inicio de la sintomatología de los 5-8 años a los 13, su detección temprana libra al sujeto de las graves concomitancias que suele tener. Cuando los episodios de arrancado se inician antes de los dos años se considera una alteración pasajera, que -como la succión del pulgar- cede con el paso del tiempo. Un niño ya en edad escolar debe ser evaluado y recibir tratamiento; se contraindica el corte de cabello en niños puesto que incrementa la angustia y no reviste una solución definitiva. La ausencia de tratamiento eficaz hace que la afección tienda a perpetuarse interfiriendo en el desarrollo personal del sujeto.
La causa se desconoce, pero se sabe que en los niños suele tener como disparador el estrés psicosocial (mudanzas, cambios bruscos en su entorno, diferentes vivencias traumáticas). Como en otras patologías, y desde el enfoque de la modificación de conducta, nos interesa estudiar qué variables sostienen esta alteración del comportamiento. En este sentido, la causa está en la historia de la conducta misma.
La causa se desconoce, pero se sabe que en los niños suele tener como disparador el estrés psicosocial (mudanzas, cambios bruscos en su entorno, diferentes vivencias traumáticas). Como en otras patologías, y desde el enfoque de la modificación de conducta, nos interesa estudiar qué variables sostienen esta alteración del comportamiento. En este sentido, la causa está en la historia de la conducta misma.
ARRANCARSE EL PELO: HÁBITO Y CONSECUENCIAS
Con el tiempo el trastorno se asienta sin localizarse necesariamente en el mismo lugar, con lo que también varía su visibilidad y sus secuelas en la vida de la persona. Las zonas del cuerpo más observables que limitan la vida social, son la cabeza, las cejas, la barba, el bigote y las pestañas.En estos casos, pese al público carácter del conflicto, la persona continúa ejerciendo su hábito en soledad o en presencia de gente muy allegada. Existe, por ejemplo, mayor “tolerancia” social,
para con la calvicie masculina, no sorprende ni genera vergüenza; asimismo, una vasta población clínica de mujeres cambian su peinado o maquillan las zonas dañadas merced a la permisividad social que estos cambios tienen. Estas mujeres, que con gran astucia logran engañar hasta a sus parejas, son las que más consultan al psicólogo, justamente por la presión estético-social que si bien facilita el ocultamiento torna más insoportable la convivencia con el trastorno. La consulta dermatológica se realiza cuando la lesión es grande y/o cuando el vello ha desaparecido por completo (zona del rostro).
para con la calvicie masculina, no sorprende ni genera vergüenza; asimismo, una vasta población clínica de mujeres cambian su peinado o maquillan las zonas dañadas merced a la permisividad social que estos cambios tienen. Estas mujeres, que con gran astucia logran engañar hasta a sus parejas, son las que más consultan al psicólogo, justamente por la presión estético-social que si bien facilita el ocultamiento torna más insoportable la convivencia con el trastorno. La consulta dermatológica se realiza cuando la lesión es grande y/o cuando el vello ha desaparecido por completo (zona del rostro).
Otras regiones del cuerpo, más ocultas, como la axilar, púbica y perirrectal, no están menos comprometidas que las anteriores. Además puede haber zonas sin vello en piernas y espalda. En todos estos casos puede haberinfección del sitio alopécico, tensión muscular y síndrome del túnel carpiano.
El hábito tricotilómano, al igual que el tartamudeo, los tics, el acto de morderse/comerse las uñas, es involuntario, siendo esta vivencia psicológica una de las más desagradables porque implica sentimientos de alienación y pérdida de control (por eso genera problemas de autoestima). Al dudar el sujeto de su propia eficacia (puesta a prueba en distintos intentos de controlar el impulso), se torna vulnerable a la adquisición de otros conflictos médicos y psiquiátricos. Recordemos que además de arrancarse el pelo y examinarlo, algunas personas también lo muerden, mientras que otras llegan a ingerirlo en forma de ovillo (tricofagia) pudiendo manifestarse dolor abdominal, anemia, hematemesis, náuseas y vómitos, obstrucción abdominal e incluso perforación-. El acto de rascarse, así como la notoria pérdida de pelo en zonas visibles, lleva al adulto a evitar situaciones sociales que pongan en evidencia el problema. La restricción de la vida social y de algunas actividades va agudizando el malestar hasta que la persona se acostumbra al aislamiento; en estos casos la conflictiva sigue siendo la misma pero sus efectos van mucho más lejos. Las secuelas del problema implican, muchas veces, la adaptación constante de la vida de relación y de las metas individuales.
El hábito tricotilómano, al igual que el tartamudeo, los tics, el acto de morderse/comerse las uñas, es involuntario, siendo esta vivencia psicológica una de las más desagradables porque implica sentimientos de alienación y pérdida de control (por eso genera problemas de autoestima). Al dudar el sujeto de su propia eficacia (puesta a prueba en distintos intentos de controlar el impulso), se torna vulnerable a la adquisición de otros conflictos médicos y psiquiátricos. Recordemos que además de arrancarse el pelo y examinarlo, algunas personas también lo muerden, mientras que otras llegan a ingerirlo en forma de ovillo (tricofagia) pudiendo manifestarse dolor abdominal, anemia, hematemesis, náuseas y vómitos, obstrucción abdominal e incluso perforación-. El acto de rascarse, así como la notoria pérdida de pelo en zonas visibles, lleva al adulto a evitar situaciones sociales que pongan en evidencia el problema. La restricción de la vida social y de algunas actividades va agudizando el malestar hasta que la persona se acostumbra al aislamiento; en estos casos la conflictiva sigue siendo la misma pero sus efectos van mucho más lejos. Las secuelas del problema implican, muchas veces, la adaptación constante de la vida de relación y de las metas individuales.
AFIRMACIONES TÍPICAS DE QUIENES SE ARRANCAN EL PELO (AZRIN)
- No sé por qué lo hago pero no puedo evitarlo.
- Me preocupa ir a la peluquería porque tengo que inventar una enfermedad responsable de las zonas calvas.
- Me compré una peluca porque ningún tratamiento me ha servido y así me arranco menos, además no tengo otra forma de ocultar las zonas dañadas.
- Las pestañas postizas estarían bien para una noche, no soporto usarlas todos los días.
- Me cansa delinear mis cejas con lápiz varias veces al día para disimular; cuando llueve o debo mojarme la cara en público, me siento muy mal.
- Los sitios del cuero cabelludo donde me arranqué me pican y siendo dolor, sin embargo la sensación de picazón parece aumentar mis ganas de tirarme del pelo.
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