sábado, 11 de febrero de 2012

EMBARAZO Y TOXOPLASMOSIS

La toxoplasmosis es una enfermedad causada por un protozoo intracelular denominado Toxoplasma Gondii, muy frecuente en los mamíferos y las aves. Un elevado porcentaje de humanos la pasamos; muchos sin darse cuenta. Sus síntomas son tan leves que, si se producen, se suelen confundir con un simple constipado: dolores musculares, cansancio, pérdida de apetito… El problema surge si la infección se produce durante la gestación, pues el toxoplasma puede traspasar la placenta y provocar graves consecuencias para el feto.

Cómo nos infectamos
La reproducción sexual del parásito tiene lugar solo en las células que revisten el intestino de los gatos, huéspedes definitivos del toxoplasma. Allí se producen los ovoquistes, que se eliminan con las heces. Estos huevos son ingeridos por huéspedes intermedios como el ganado, los humanos, los cerdos, los pollos, los carneros… Por tanto, las personas pueden infectarse por cuatro vías: por contacto oral con tierra, agua u hortalizas infectadas; comiendo carne infectada; por contacto oral con heces de gato infectadas o por transmisión congénita.

Cómo se detecta
Un análisis de sangre, la llamada serología de toxoplasmosis, informará a tu ginecólogo de si estás inmunizada o no contra el toxoplasma. Si has pasado la infección hace más de seis meses, se acabaron tus preocupaciones en este punto. Tu hijo y tú estáis protegidos. Pero si careces de inmunidad, deberás tomar precauciones y seguir un control serológico durante el embarazo.

Si en alguno de esos controles se detecta la sospecha de infección, se suele administrar a la madre un tratamiento con fármacos en dosis fraccionadas hasta el final del embarazo, para disminuir el riesgo de infección al feto. Para conocer si el feto ha sido infectado, te harán un estudio ecográfico y, de ser necesario, pruebas como la cordocentesis o la amniocentesis.

Prevenir, la mejor opción
Si tu análisis muestra que careces de anticuerpos, lo que debes hacer es tomar una serie de precauciones durante todo el embarazo.

· Animales. Si tienes un gato en casa, llévale al veterinario para que te informe de si el animal padece la toxoplasmosis en activo. Si es así, deberías separaros durante estos meses. Si no presenta la enfermedad, será suficiente con que adoptes una serie de medidas higiénicas: pide a alguien que limpie su arenero todos los días con agua caliente, ya que el quiste de la toxoplasmosis necesita 48 horas en contacto con el exterior para pasar a estado infeccioso. Si nadie puede hacerlo, utiliza guantes de plástico y lávate bien las manos cuando termines. También es recomendable que te olvides de acariciar su pelo, mucho más el de otros gatos. Las gallinas y las palomas tampoco son buena compañía durante el embarazo.

· Jardinería. Si te gusta la jardinería, protégete con guantes de goma y lávate las manos después de remover la tierra de las macetas, ya que podría estar contaminada por las heces de gatos.

· Carne. Borra la carne cruda de tus menús. Frita, cocida o asada, como más te guste, pero siempre bien hecha. Los animales herbívoros se alimentan de las plantas en cuya tierra pueden haber defecado los gatos. Ten en cuenta que las bacterias mueren a un temperatura de 54º C. Tampoco olvides limpiar bien los cubiertos que hayas utilizado para cocinarla y los platos o la encimera de la cocina donde haya permanecido.

· Fiambre. En cuanto al fiambre, no todo está prohibido. El jamón de York, la pechuga de pollo o la de pavo pueden formar parte de tu sándwich, pero nunca el chorizo, el salchichón, el jamón serrano poco curado o cualquier embutido que esté elaborado con carne cruda.

· Frutas y hortalizas. Si las vas a consumir, lávalas con agua a presión y un poco de lejía especial para alimentos para acabar con los posibles quistes.

· Leche y yogures. Rechaza los no pasteurizados o uperizados, ya que pueden ser vehículo de trasmisión del parasito y de otras enfermedades.

· Pescado. Rara vez entra en contacto con el toxoplasma, por tanto, su consumo, incluso en crudo, no se relaciona con este parásito.

Fuente:http://www.guiadelnino.com/embarazo/la-salud-de-la-embarazada/embarazo-y-toxoplasmosis

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