¿QUÉ ES LA PREECLAMPSIA?
La preeclampsia, es una complicación médica del embarazo también llamada toxemia del embarazo y se asocia a hipertensión inducida durante el embarazo está asociada a elevados niveles de proteína en la orina (proteinuria). Es posible que exista un componente en la placenta que cause disfunción endotelial en los vasos sanguineos maternos de mujeres susceptibles.Aunque el signo más notorio de la enfermedad es una elevada presión arterial, puede desembocar en una eclampsia, con daño al endotelio materno, riñones e hígado. La única cura es la inducción del parto o una cesáreay puede aparecer hasta seis semanas posparto. Es la complicación del embarazo más común y peligrosa, por lo que debe diagnosticarse y tratarse rápidamente, ya que en casos severos ponen en peligro la vida del feto y de la madre. Se caracteriza por el aumento de la tensión arterial (hipertensión) junto al de proteínas en la orina (proteinuria), así como edemas en las extremidades.
Clasificación
- Preeclampsia leve: tensión arterial (TA) 140/90 - 159/109 mmHg + proteinuria menor de 5 g/24h.
- Preeclampsia severa: TA mayor o igual a 160/110 + proteinuria mayor o igual a 5 g/24h
La preeclampsia leve es un síndrome que puede presentar los siguientes signos y síntomas:
- Presión arterial de 140/90mmHg
- Edema de cara y manos
- Alteración de la función hepática y visual
- Presencia de proteínas en la orina
La preeclampsia severa presenta los siguientes signos y síntomas:
- Oliguria menor de 400 ml/24h
- Trastornos neurológicos
- Dolor epigástrico (tipo punzada)
- Edema pulmonar o cianosis
- Aumento de peso mayor a 2 kg en una semana
- Cefalea intensa y persistente.
¿Cuáles son las consecuencias de la preeclampsia en la salud materna y en la del bebé?
Cuanto mas precoz sea la aparición de la preeclampsia, mayores serán los riesgos de la madre y del bebé.
En la mayoría de los casos la preeclampsia aparece en las últimas semanas del embarazo y con un adecuado control médico obstétrico, reposo, dieta sana y supervisión de la salud del bebé, no hay riesgos importantes para la salud de la madre y el bebé.
En los casos de preeclampsia severa, hay riesgos de afectación en órganos importantes maternos y alteraciones placentarias que pueden tener consecuencias importantes tanto en la madre como en la salud del bebé, incluso riesgos en la vida de ambos. Por esta razón, en casos de preeclampsia severa se aconseja el nacimiento lo más pronto posible, incluso corriendo riesgos de prematurez importante en el recién nacido
La preeclampsia se asocia a una vasoconstricción arterial, lo que provoca una disminución en la llegada de sangre a órganos maternos importantes como los riñones, hígado, cerebro y también la placenta. Como consecuencia hay un disminución de la llegada de alimentos y oxígeno al bebé que le impide un crecimiento intrauterino adecuado, favorece una disminución en el volumen de liquido amniótico, y en casos extremos puede ser causa de un desprendimiento prematuro de placenta, asociado a numerosos riesgos en la salud del bebé.
La retención de líquidos o edema asociada a la preeclampsia se debe a la disminución de proteínas en la sangre y a alteraciones en los vasos capilares, que permite la salida de líquidos a los tejidos y también la eliminación de proteínas por la orina.
Afortunadamente muy pocas veces la preeclampsia provoca convulsiones en los casos más severos con altísimo riesgo en la salud de la madre o el bebé. Este último cuadro se denomina eclampsia.
La eclampsia suele ser precedida de síntomas característicos como visión borrosa, cefaleas intensas, dolores intensos en el abdomen superior y vómitos.
Aproximadamente del 15 al 20% de preeclampsias se complican con otra enfermedad llamada síndrome HELLP (de las siglas en ingles: Hemolysis, Elevated Liver enzymes, and Low Platelets). Este síndrome agrava aún más la enfermedad porque altera mucho el proceso de coagulación sanguínea.
En la mayoría de los casos la preeclampsia aparece en las últimas semanas del embarazo y con un adecuado control médico obstétrico, reposo, dieta sana y supervisión de la salud del bebé, no hay riesgos importantes para la salud de la madre y el bebé.
En los casos de preeclampsia severa, hay riesgos de afectación en órganos importantes maternos y alteraciones placentarias que pueden tener consecuencias importantes tanto en la madre como en la salud del bebé, incluso riesgos en la vida de ambos. Por esta razón, en casos de preeclampsia severa se aconseja el nacimiento lo más pronto posible, incluso corriendo riesgos de prematurez importante en el recién nacido
La preeclampsia se asocia a una vasoconstricción arterial, lo que provoca una disminución en la llegada de sangre a órganos maternos importantes como los riñones, hígado, cerebro y también la placenta. Como consecuencia hay un disminución de la llegada de alimentos y oxígeno al bebé que le impide un crecimiento intrauterino adecuado, favorece una disminución en el volumen de liquido amniótico, y en casos extremos puede ser causa de un desprendimiento prematuro de placenta, asociado a numerosos riesgos en la salud del bebé.
La retención de líquidos o edema asociada a la preeclampsia se debe a la disminución de proteínas en la sangre y a alteraciones en los vasos capilares, que permite la salida de líquidos a los tejidos y también la eliminación de proteínas por la orina.
Afortunadamente muy pocas veces la preeclampsia provoca convulsiones en los casos más severos con altísimo riesgo en la salud de la madre o el bebé. Este último cuadro se denomina eclampsia.
La eclampsia suele ser precedida de síntomas característicos como visión borrosa, cefaleas intensas, dolores intensos en el abdomen superior y vómitos.
Aproximadamente del 15 al 20% de preeclampsias se complican con otra enfermedad llamada síndrome HELLP (de las siglas en ingles: Hemolysis, Elevated Liver enzymes, and Low Platelets). Este síndrome agrava aún más la enfermedad porque altera mucho el proceso de coagulación sanguínea.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas iniciales de la preeclampsia pueden pasar desapercibidos debido a que se confunden con los síntomas propios del embarazo, como el aumento de peso y la retención de líquidos (edema). La forma de detectarla es mediante el control de la presión arterial en todas las consultas prenatales y un estudio en orina para detectar proteínas (proteinuria). Por esta razón es fundamental un buen control obstétrico y asistir a todas las consultas.
Se considera hipertensión arterial cuando tu presión sistólica es mayor de 140 mm. y la diastólica de más de 90mm. hg. Es normal que la presión varíe a lo largo del día, por lo cual se necesitan tres controles de presión arterial por encima de los valores normales para considerar hipertensión arterial.
El test en la orina se realiza con una tira reactiva, similar al test de embarazo casero, que se sumerge en la orina. El resultado también puede variar durante el día, por lo que si se sospecha que puede haber un problema deberás recoger la orina durante 24 hs. para realizar el test nuevamente.
Debes tener en cuenta que la preeclampsia puede aparecer en el intervalo entre tus consultas prenatales, por lo cual debes estar atenta a los síntomas iniciales:
Se considera hipertensión arterial cuando tu presión sistólica es mayor de 140 mm. y la diastólica de más de 90mm. hg. Es normal que la presión varíe a lo largo del día, por lo cual se necesitan tres controles de presión arterial por encima de los valores normales para considerar hipertensión arterial.
El test en la orina se realiza con una tira reactiva, similar al test de embarazo casero, que se sumerge en la orina. El resultado también puede variar durante el día, por lo que si se sospecha que puede haber un problema deberás recoger la orina durante 24 hs. para realizar el test nuevamente.
Debes tener en cuenta que la preeclampsia puede aparecer en el intervalo entre tus consultas prenatales, por lo cual debes estar atenta a los síntomas iniciales:
• Aumento de peso de más de 2 kg. en una semana.
• Hinchazón de cara, párpados, manos, pies o tobillos.
• Alteraciones en la visión: Visión borrosa, doble, ver estrellitas luminosas, intolerancia a la luz.
• Dolores abdominales intensos, vómitos o náuseas importantes.
• Cefaleas intensas y persistentes.
• Hinchazón de cara, párpados, manos, pies o tobillos.
• Alteraciones en la visión: Visión borrosa, doble, ver estrellitas luminosas, intolerancia a la luz.
• Dolores abdominales intensos, vómitos o náuseas importantes.
• Cefaleas intensas y persistentes.
¿Por qué se produce?
Se desconoce el mecanismo final de la aparición de esta enfermedad. Se especula que pude existir una predisposición genética hereditaria acerca de una intolerancia inmunológica al embarazo, pero son teorías que todavía no se han confirmado.
Sí se sabe que esta enfermedad es más frecuente en mujeres que padecen de hipertensión arterial, diabetes, en casos de enfermedades de la coagulación previas (trombofilias), enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso, embarazos múltiples, ser madre primeriza o en los extremos de la vida fértil.
También si en embarazos anteriores has tenido preeclampsia antes de cumplir las 30 semanas de embarazo tendrás un 40% de riesgo de desarrollarla nuevamente en otro embarazo.
Sí se sabe que esta enfermedad es más frecuente en mujeres que padecen de hipertensión arterial, diabetes, en casos de enfermedades de la coagulación previas (trombofilias), enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso, embarazos múltiples, ser madre primeriza o en los extremos de la vida fértil.
También si en embarazos anteriores has tenido preeclampsia antes de cumplir las 30 semanas de embarazo tendrás un 40% de riesgo de desarrollarla nuevamente en otro embarazo.
¿Ser hipertensa previa al embarazo aumenta el riesgo de padecer preeclampsia?
Si tienes presión arterial elevada previa al embarazo o durante la primera mitad de tu embarazo se te diagnosticará una hipertensión crónica. Si este fuera el caso se te realizarán controles obstétricos más frecuentemente y se controlará muy de cerca tu presión arterial y el crecimiento de tu bebé. Seguramente recibirás una medicación específica y una dieta lo más saludable posible asociada con más horas de reposo del habitual.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento dependerá del grado de severidad de la preeclampsia y de la edad gestacional.
En general se indica inicialmente internación para realizar un estudio completo materno-fetal que incluye laboratorio en sangre y orina, electrocardiograma materno, ecografías, doppler obstétrico y monitoreo fetal.
Si la enfermedad es leve y estás en tu semana 37 o más, seguramente se indique una inducción del parto, que es lo único que previene complicaciones más severas.
En casos donde se sospecha que el bebé no va a soportar el parto se indica directamente una cesárea.
Si todavía no has llegado a la semana 37 del embarazo, la enfermedad es leve y no hay afectación del bebé, seguramente se indique reposo, dieta, medicación anti-hipertensiva y un control estricto de la salud fetal.
El reposo es uno de los pocos tratamientos que ha demostrado su eficacia en la mayoría de las preeclampsias leves. No es necesario un reposo en cama 24 hs. porque aumentaría el riesgo de trombosis venosa en miembros inferiores (coágulos de sangre venosos).
Deberás realizar controles de presión arterial frecuentes (al menos una vez al día), estudios de sangre y control de proteinuria, además de los controles del bebé: ecografía, monitoreo, Doppler, etc...
Si la enfermedad avanza, seguramente requieras internación y adelantamiento del parto.
El tratamiento más frecuente para la preeclampsia durante la internación es la administración de sulfato de magnesio endovenoso, asociado con drogas anti-hipertensivas si no se logra normalizar la presión arterial. En casos severos esta medicación debe continuarse después del parto para prevenir complicaciones como la eclampsia post parto (convulsiones).
En general se indica inicialmente internación para realizar un estudio completo materno-fetal que incluye laboratorio en sangre y orina, electrocardiograma materno, ecografías, doppler obstétrico y monitoreo fetal.
Si la enfermedad es leve y estás en tu semana 37 o más, seguramente se indique una inducción del parto, que es lo único que previene complicaciones más severas.
En casos donde se sospecha que el bebé no va a soportar el parto se indica directamente una cesárea.
Si todavía no has llegado a la semana 37 del embarazo, la enfermedad es leve y no hay afectación del bebé, seguramente se indique reposo, dieta, medicación anti-hipertensiva y un control estricto de la salud fetal.
El reposo es uno de los pocos tratamientos que ha demostrado su eficacia en la mayoría de las preeclampsias leves. No es necesario un reposo en cama 24 hs. porque aumentaría el riesgo de trombosis venosa en miembros inferiores (coágulos de sangre venosos).
Deberás realizar controles de presión arterial frecuentes (al menos una vez al día), estudios de sangre y control de proteinuria, además de los controles del bebé: ecografía, monitoreo, Doppler, etc...
Si la enfermedad avanza, seguramente requieras internación y adelantamiento del parto.
El tratamiento más frecuente para la preeclampsia durante la internación es la administración de sulfato de magnesio endovenoso, asociado con drogas anti-hipertensivas si no se logra normalizar la presión arterial. En casos severos esta medicación debe continuarse después del parto para prevenir complicaciones como la eclampsia post parto (convulsiones).
¿Cómo puedo evitarla?
Al no saberse la causa final de esta enfermedad no se puede realizar un tratamiento preventivo completo.
Algunos estudios indican que bajas dosis de aspirina y la suplementación con calcio podrían ayudar a prevenir e incluso tratar la enfermedad. Otros estudios demostraron que las mujeres que tomaron vitamina C y E tienen una tasa menor de padecerla.
La mejor manera de prevenir esta enfermedad es realizar un adecuado control prenatal y estar alerta ante cualquier síntoma que pudiera aparecer para consultar lo antes posible con tu médico y comenzar el tratamiento adecuado.
Algunos estudios indican que bajas dosis de aspirina y la suplementación con calcio podrían ayudar a prevenir e incluso tratar la enfermedad. Otros estudios demostraron que las mujeres que tomaron vitamina C y E tienen una tasa menor de padecerla.
La mejor manera de prevenir esta enfermedad es realizar un adecuado control prenatal y estar alerta ante cualquier síntoma que pudiera aparecer para consultar lo antes posible con tu médico y comenzar el tratamiento adecuado.
¿Cómo se diferencia la preeclampsia de la hipertensión gestacional?
Cuando la hipertensión arterial aparece después de la semana 20 de gestación pero no hay proteinuria (proteínas en la orina) se denomina hipertensión gestacional o hipertensión inducida por el embarazo. Si posteriormente se detectan proteínas en la orina el diagnóstico cambia a preeclampsia. El 25% de las mujeres que fueron diagnosticadas primeramente como hipertensas gestacionales desarrollarán posteriormente preeclampsia.
En general la presión vuelve a la normalidad después del parto pero si no desaparece después del nacimiento, generalmente se debe a que ya existía una enfermedad hipertensiva previa a la gestación no diagnosticada por falta de control médico previo o porque no se detectó durante el embarazo, ya que dentro de la última etapa del primer trimestre y la mayor parte del segundo la presión arterial usualmente disminuye, escondiendo de esta forma la hipertensión crónica de base.
En general la presión vuelve a la normalidad después del parto pero si no desaparece después del nacimiento, generalmente se debe a que ya existía una enfermedad hipertensiva previa a la gestación no diagnosticada por falta de control médico previo o porque no se detectó durante el embarazo, ya que dentro de la última etapa del primer trimestre y la mayor parte del segundo la presión arterial usualmente disminuye, escondiendo de esta forma la hipertensión crónica de base.
En youtube hay un video que se divide en tres partes aqui os dejo los enlaces: http://www.youtube.com/watch?v=E18POB0SDs8
Información obtenida en páginas web como: http://www.wikipedia.com/
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