REFLEXIÓN Y CONSEJOS PARA UN MAYOR USO DE LAS TIC EN INFANTIL
No paramos de leer artículos, noticias y reflexiones acerca del uso de las TIC en el ámbito educativo. La gran mayoría destaca el “sinfín” de virtudes y beneficios que reporta al alumnado s uso responsable, y resalta su capacidad motivadora en el aula.
Habéis oído hablar, infinidad de veces, de términos como Escuela 2.0, pizarra digital, blogs educativos, wikis, moodles…, etc.
¿Sabías que el término 2.0 se utilizó por primera vez en 2004, para definir un nuevo tipo de webs? Unas webs más interactivas, más dinámicas, y ahí es donde comenzaron a aparecer las “redes sociales”, los portales de creación de blogs, la mensajería basada en las webs…
Y ahora se aplica para casi todo, incluso, los más aventajados ya comienzan a distanciarse con el “3.0” .
Pero, verdaderamente, ¿cuál es la realidad de nuestro país en Educación Infantil? ¿Nuestras aulas están totalmente adaptadas (tecnológicamente hablando) a los tiempos en los que vivimos?
¿Los docentes contamos con la formación apropiada para llevar a cabo estos cambios sin ningún problema?
Realmente, ¿creemos y vemos sentido a las TIC con alumnos de Infantil?
Podrían parecer preguntas muy generales sin una respuesta concreta, pero, tristemente, no es así.
Como ejemplo, basta con observar cómo se ha desarrollado en Plan Escuela 2.0 a nivel internacional. Se han ido incorporando las TIC, de diferentes formas, al tercer ciclo de Primaria y al primer ciclo de Secundaria. ¿Y en Infantil?
Claramente, esto es comenzar la casa por el tejado y lo demás son teorías. Y eso no va a depender de ninguno de nosotros. ¿Os habéis preguntado alguna vez acerca de la justificación y la fundamentación pedagógica de comenzar a desarrollar los recursos, a nivel global, con niños de 9 o 10 años y no con niños más chiquitines, como, por ejemplo, nuestros niños de Infantil?
Seguramente, la primera respuesta que nos puede venir sea decir que los niños de Infantil precisan un mayo número de experiencias a nivel motor, a nivel perceptivo, etc., antes que fundamentar aprendizajes con las TIC. Esto ya lo he oído infinidad de veces.
Y es cierto, pero hasta cierto punto. No podemos basar el aprendizaje totalmente en una herramienta. Podremos sacar el mayor provecho de esa herramienta para un fin determinado, pero NO basar TODO el proceso de aprendizaje en ella. Es curioso que esta cuestión no nos la planteamos con otro tipo de herramientas, como cuentos o regletas, pero sí nos las planteamos con las TIC.
No olvidemos que las TIC son una herramienta extremadamente valiosa para ayudarnos tanto a los docentes como a los alumnos; repito, una herramienta para alcanzar el fin que nos propongamos en un momento determinado.
Me gustaría recoger aquí una frase muy difundida de Albert Einstein:
“Si buscas resultados
distintos, no hagas
siempre lo mismo”
Aprovechando que el curso comienza, os recomiendo que tengáis presente el uso de las TIC, no solamente en estos días, sino en cada comienzo. No esperéis a que os instalen un ordenador en el aula, a que algún día llegue la “mágica” pizarra digital o a que, de repente, la editorial de turno os regale un “CD multimedia” con el material de trabajo.
Aplicar las TIC en el aula tiene una base mucho más sólida y firme de lo que muchos piensan, y en gran medida, por no decir en toda, su éxito depende de que las introduzcamos nosotros de la manera adecuada.
En Infantil estamos educando a niños que de aquí a 40 años estarán trabajando en una sociedad plenamente tecnológica. Estamos hablando de 2050… Imaginad, por un momento, qué tipo de tecnología existirá en esas fechas. Si nos decían que en el 2000 casi íbamos a navegar en naves espaciales…
Como decía Einstein, tenemos que cambiar la escuela, hacer nuestra propia 2, 3 o 4.0, donde la tecnología nos permita una educación sin barreras, donde el aprendizaje parta de la construcción del conocimiento, donde la función del docente sea la de facilitador, o guía, donde escucharemos las concepciones, ideas y pensamientos de nuestro alumnos.
Fomentemos un aula donde el trabajo grupal y colaborativo sea una realidad. Pensad que, al fin y al cabo, nuestros alumnos, en su gran mayoría, acabarán trabajando en equipo y respetando las reglas y las distintas funciones de cada miembro del grupo.
Un aula donde el docente confíe en sus alumnos, donde se permita que estos tomen decisiones y se admita cierta autonomía y libertad de acción.
Sin dejar de tener presente que la tecnología sin metodología no nos vale para nada.
Para terminar os invito a visitar los contenidos que os ofrecemos en Ediba Digital (http://www.edibadigital.com/), para que descubráis el potencial del que disponéis para desarrollar vuestra propia metodología de siempre con los recursos tecnológicos de ahora.
Fuente de información: Revista Maestra Infantil
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