Cuando se incorpora el arte en los primeros años de vida se logra mayor creatividad, mejor desarrollo motriz y una mejor relación con los otros.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Eliana Llamedo, Egresada de Todo contacto con el arte a partir de los primeros años de vida es de suma importancia para un buen desarrollo tanto físico como mental. Eliana explica que “a partir de los tres o cuatro años los chicos pueden comenzar con lo que llama iniciación a la danza. Lo que se hace es jugar bailando, es decir, a través del juego, se adquieren contenidos básicos de las diferentes danzas, comenzando por clásico”. Gracias a los juegos se va incorporando de a poco la disciplina que la danza requiere. En estos talleres es fundamental la interacción de los chicos con sus pares y docentes, así también como consigo mismo, ya que les enseña a conocer, cuidar y manejar su propio cuerpo.
Si bien está siempre presente el prejuicio de que la danza es para las nenas, Eliana expresa que “los chicos que bailan tiene menos agresividad. Si se tomara conciencia de la importancia que tiene el arte se lograría que haya menor violencia. Justamente una de las cuestiones fundamentales de la danza es que a través de ella se pueden canalizar angustias, frustraciones, energía y miedos”.
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