Hay un momento en la vida de los niños en el que empiezan a hacer sus propias deducciones y como todavía están sin manipular, a veces tienen una claridad de ideas que a los mayores nos desconciertan. Algunas de estas frases parecen de Sócrates o de Confucio, pero sólo son frases de niños…
Celia, 8 años.
A Celia le dio por juntarse más con una niña de su clase, y le preguntó a su madre un día: Mamá, a mí me gusta Violeta y a Violeta le gusto yo: ¿somos “Italianas”?
Ainara, 3 años.
Un día, cuando terminó de comer, le preguntó a su madre: Mamá, ¿puedo tomar un Danonino? Si, cógelo, le respondió ella. Y Ainara preguntó, preocupada: Pero, mamá, ¿no se me cortará la regla?
Enric, 4 años.
Sus padres le explicaron un día cómo nacían los bebés, y al acabar la explicación, dijo Enric muy serio: Vale, ahora ya sé cómo salen, pero… ¿Cómo entran?
Jorge, 4 años.
Una mañana amaneció con una neblina bastante densa y cuando Jorge salió a la calle para ir al colegio, antes de subir al coche, le comentó a su padre, muy serio: No se qué les pasa hoy a todas las casas, ¡pero se ven fatal!
Alejandro, 4 años.
Estaba con su madre viendo el programa Fama y salieron las chicas a hacer una coreografía en ropa interior. Cuando terminó, Alejandro miró a su madre y le dijo: Mami, la cola se me está enamorando.
Iván, 5 años.
Estaba jugando y su padre no paraba de incordiarle y no le dejaba tranquilo. Al final, Iván se hartó y le dijo: Papá, ¿Por qué no te metes en la tele y te apago?
Daniel, 6 años.
Estaba dando una vuelta por el campo con su abuelo en el todoterreno y de repente soltó Daniel: Abuelo, cuando seas esqueleto, el coche para mí.
Bruno, 3 años.
Un día su tío le estaba contando un cuento: Y entonces, la princesa besó a la rana y la rana se convirtió en un…. No sé, le dijo Bruno. Te doy una pista: se convirtió en un prín…, le dijo su tío. Y Bruno dijo: ¡Pringao! ¡Se convirtió en un pringao!
Celia, 5 años.
Una noche, después de ver unos fuegos artificiales, preguntó, mirando al cielo: ¿Quién se va a subir a limpiar todo eso?
Rubén, 5 años.
Estaba Rubén jugando con su madre. Ella estaba dando vueltas sobre sí misma con él en brazos, y Rubén le dijo: ¡Mamá, para, que me mezclas!
Aroa, 4 años.
Estaba con sus padres en misa escuchando muy atenta al cura, y después de un rato se dio la vuelta y dijo: Papá, todo lo que está diciendo es mentira ¿no?
José, 3 años.
Un día llego José del cole y le dijo a su madre: ¿quieres que te diga el abecedario? Claro, le dijo su madre sorprendida. Y José dijo: Mira, mamá: A, B, C, DA, RIO.
David, 4 años.
Mirando el Guernica de Picasso, dijo: Pero ¿Qué desorden es éste?
Alejandro, 5 años.
Un día le dijo a su madre: Mira, ya he bajado Alatriste de Internet. Al abrir el archivo apareció una película porno y Alejandro dijo: Mamá, esto no es Alatriste, esto es Ala alegre.
Samuel, 9 años.
Un día de verano estaba con sus padres en la cocina y dijo: Mirad, dos moscas haciendo el amor. Y añadió enseguida: Huy, viene otra, ¡a ver cómo se las apañan!
Sergio, 3 años.
Un día que su madre le estaba regañando, Sergio le dijo: Mamá, no cruces los brazos, que te enfadas.
Adriana, 3 años.
Cuando le preguntaron qué quería ser de mayor, dijo: De mayor quiero ser monjapollo: monja para cantar y pollo para volar.
David, 5 años.
Un día vio una foto de Zapatero en el periódico y dijo: Anda, pero si Zapatero es de verdad.
Álvaro, 3 años.
Estaba Álvaro en el servicio y al ver que tardaba mucho, su padre entró y el preguntó: ¿Ya has terminado? A lo que Álvaro respondió: No, me queda un pedete y dos mierdas.
Antonio, 4 años.
Antonio iba en coche con su mamá y ésta le dijo que si no se portaba bien lo iba a cambiar por otro niño, así que Antonio le contestó: Mamá, no se te ocurra ponerme los cuernos.
Paula, 9 años.
Cuando le preguntaron qué era ser mayor, ella respondió: Ser mayor es sentirse raro y tropezarse.
Pablo, 7años.
Camino del cuarto de baño, dio la vuelta para coger la consola que se le había olvidado y dijo: Sin tetas no hay paraíso y sin Nintendo no hay caca.
Lucas, 6 años.
Lucas estaba distraído en clase, así que su profesora el preguntó: Lucas, ¿Por qué no estas atendiendo a la lección? Lucas le contestó: Porque se me va la olla sin mi permiso.
Marta, 3 años.
Una noche, mientras todos dormían, Marta se acercó a la cama de su madre y le dijo: Mamá, mamá, he hecho pipi, pero no he tirado de la cadena para no despertarte, ¿vale?
Daniel, 5 años.
Una noche no había forma de que Daniel se durmiera. Su madre se enfadó mucho y le riñó. Entonces él la miró a punto de llorar y le dijo: Mamá, se está rompiendo el amor.
Jairo, 3 años.
Un día dijo Jairo: Cuando sea mayor, si tengo bigote, me llamaré Paco.
Javier, 8 años.
Su madre había dado a luz y cuando Javier vio al bebé en casa dijo: Y éste ¿se queda con nosotros?
David, 3 años.
Un día les dijo a sus padres: Y vosotros, cuando yo tenga novia, ¿dónde vais a vivir?
Marc, 5 años.
Una noche, mientras estaban cenando, Marc estaba portándose muy mal y le pidió su madre: Marc, haz el favor de sentarte como Dios manda. Y el muy serio dijo: Mami, Dios no existe.
Yone, 4 años.
Estaba su mamá cambiándole el pañal a su hermanita pequeña, y de repente el niño abrió la ventana y le dijo al bebé: Mira, ahí está el mundo real.
Noa, 3 años.
Iba con su padre en el coche y de repente dio un frenazo. La niña se quedó pensando y le pregunto: Papá, ¿nos hemos matado?
Marta, 7 años.
Marta estaba muy callada sumida en sus pensamientos y de repente le preguntó muy seria a su madre: ¿nosotros somos de verdad o es que alguien nos está soñando?
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