Cómo lidiar con las rabietas de nuestros hijos
Quien no ha presenciado una rabieta ensordecedora de un niño en una tienda por aquel juguete o aquella caja entera de chocolates?. Bueno, todos nosotros, y lo primero que pensamos es en lo mal que esos padres han educado a ese niño. Pero que pasa cuando ese niño insoportable es el nuestro? Tarde o temprano todos los padres hemos padecido alguna que otra rabieta.
Aunque ruidosas, desesperantes y vergonzosas (sobre todo en público!) Las rabietas no son más que manifestaciones de la voluntad de hacerse oír del niño, que aparece en torno a los 2 o 3 años. El comportamiento infantil difiere de un niño a otro, y para algunos resultan más difíciles de aceptar los límites y las reglas impuestas por los adultos que para otros. Gritar, llorar, patear, agitar las manos, tirarse en el suelo, tirar los juguetes u otros objetos son los comportamientos más usuales que acompañan la rabieta. Que cosas las originan? pueden surgir a partir de las cosas más sencillas: como negarse a tomar la sopa, no querer bañarse, o dormir la siesta, o las típicas por aquella muñeca o golosina que ven en el estante del supermercado.
Dejando a un lado el desaliento y la impotencia que despiertan en los padres, las rabietas tienen un lado positvo, ya que constituyen una manifestación saludable de las emociones, sentimientos, deseos y necesidades de los pequeños. Puesto que están desarrollando su personalidad, solo que no saben cual es la mejor forma de expresarse, porque en sus mentes existe una única preocupación y es satisfacer su necesidad del momento y lo más rápido posible. A esta altura de sus vidas para ellos no hay otra barrera que la contención de sus padres. Lo importante es tener bien claro que cosas son las que debemos y las que no debemos hacer a la hora de enfrentar una de estas crisis.
Nunca cedan ante una rabieta de su hijo/a, ni porque se sienten culpables por no pasar mucho tiempo con ellos, ni porque se ha portado tan bien en ultimamente o porque están a punto de morir de la vergüenza en medio de la tienda. Al ceder estarían dando el mensaje de que las rabietas son perfectamente normales y aceptables para obtener lo que quieren y, lo que es peor, estarían dando alas a un círculo vicioso que se vuelve cada vez más difícil de controlar y superar. Al no ceder el ante deseo del niño estarán demostrándole varias cosas: que hay un tiempo para todo; que no puede tener todo lo que él quiera, cuando quiera:; que hay normas y límites que deben ser siempre respetados; que debe aprender a esperar por las cosas que quiere y fundamentalmente estará aprendiendo a lidiar con sus propias frustraciones.
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Vía/Pequenada
Escrito por Anna Daix | 21 de marzo de 2009 con 2 comentarios.
Etiquetas: como lidiar con las rabietas, comportamiento infantil, educación, rabietas
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