miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL MAL ALIENTO EN LOS BEBÉS

Si notas que tu bebé tiene un olor un poquito desagradable en su boca, puedes darle agua o galletas sin azúcar.


Los olores un poco desagradables en la boca son comunes en adultos y, por supuesto, en niños por eso es fundamental la higiene bucal para prevenir el mal aliento en niños y bebés. Esto no es un problema siempre y cuando después de cepillar o enjuagar los dientes –tuyos o de tu bebé-, este olor desaparezca. No olvides que siempre existe la posibilidad de que lo que tú consideras mal aliento, no sea en realidad una percepción compartida por los demás. A continuación ahondaremos un poco más en este tema.
Comúnmente el olor desagradable en el aliento o halitosis se debe a los restos de partículas de comida que interactúan con las bacterias que se hallan en la boca. Principalmente estas pequeñas partículas de comida se pueden encontrar en la parte posterior de la garganta, en la superficie de las amígdalas, en la lengua, en las encías y, por supuesto, entre los dientes. Es por esto que la higiene bucal se hace imprescindible a la hora de evitar el mal aliento.
En caso de que tu hijo tenga mal aliento una buena opción es darle agua frecuentemente, de esta manera podrás disminuirlo. También es recomendable darle galletitas saladas o sin azúcar. Si tu bebé es un verdadero chupón y no pasa un momento del día en que no esté con el dedo, la mantita o su chupete en la boca, es muy probable que tenga mal aliento. Esto se debe a que el objeto puede tener olor debido a la repetida interacción con la saliva y las bacterias que tenemos en la boca. También cabe la posibilidad de que existan residuos, por ejemplo comida vieja, en lo que tu hijo se lleva a la boca y, como bien sabes, quitarle un objeto tan preciado como su chupete no es cosa fácil de hacer.


Para evitar el mal aliento sólo debes tomar unas simples precauciones:
Si se chupa el dedo asegúrate de lavar sus manos con jabón frecuentemente. 

- En caso de que tu hijo sea un campeón del 
chupete, lo mejor es lavarlo constantemente, dejarlo secar y de preferencia hervirlo en agua, de esta modo, esterilizarás el chupete. De igual manera puedes proceder en el caso de las mantitas y peluches.

- En los casos de los 
niños que padecen de reflujo o regurgitación de la comida el mal aliento es común. Esto siempre estará en compañía de síntomas como molestias estomacales después de las comidas, debes estar atenta a estos casos para evitar una complicación mayor.

Fuente: http://www.pequelia.es/

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