viernes, 29 de abril de 2011

EVOLUCIÓN E INTERPRETACIÓN DE LA MOTRICIDAD GRÁFICA

EVOLUCIÓN DE LA MOTRICIDAD GRÁFICA

Se distinguen tres factores: el motor que tiene que ver con la evolución de la presión; el perceptivo que se refiere a la forma y características del trazo y el representativo que hace referencia al significado del trazo.

Evolución del grafismo:

·         Garabateo desordenado: (12-18 meses): Es capaz de coger un objeto e inicia el garabateo que son trazos que carecen de sentido y son desordenados. Son movimientos impulsivos, rápidos y sin control.

·         Garabateo controlado (1,5-2 años): Entra en juego la articulación del codo y como resultado aparece un garabateo ordenado y circular y le interesa el placer que obtiene con el movimiento.

·         Garabateo con nombre (3-4 años): A los 3 años dibuja monigotes y le da nombre a su dibujo. A los 4 maneja casi correctamente un lápiz y es capaz de copiar letras sencillas.

·         Garabateo de la figuración (5-6 años): Sigue los trazos de una línea recta sin desviarse. Colorea sin salirse de las figuras e inicia actividades de preescritura.

INTERPRETACIÓN DE LA MOTRICIDAD GRÁFICA

Muchas veces nos preguntamos por qué los niños dibujan de una manera u otra. En primer lugar, solo una persona especializada puede interpretar el dibujo de un niño. A parte de eso, es necesario tener en cuenta que un dibujo es importante pero no define todo. Es una expresión de sentimientos y deseos que pueden ayudar a saber cómo se siente el niño respecto a su entorno. Así, el dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior.

A continuación se citan algunos ejemplos que pueden orientarnos acerca de lo que dice el dibujo del niño.

Posición del dibujo: Si el niño dibuja en la parte superior del papel está relacionado con la cabeza, lo intelectual, la imaginación, la curiosidad y el deseo de descubrir cosas nuevas. La parte inferior del papel nos informa sobre las necesidades físicas y materiales que pueda tener el niño. El lado izquierdo indica pensamientos que giran en torno al pasado, mientras el lado derecho al futuro y si el dibujo se sitúa en el centro del papel representa el momento actual.

Dimensiones del dibujo: Los dibujos con formas grandes muestran cierta seguridad, mientras que los de formas pequeñas suelen estar relacionados con niños que necesitan de poco espacio para expresarse, pero también pueden mostrar a un niño reflexivo o con falta de confianza.

Trazos del dibujo: Los continuos, sin interrupciones, suelen denotar un espíritu dócil, mientras el borrado o cortado puede revelar a un niño algo inseguro e impulsivo.

La presión del manejo: Una buena presión indica entusiasmo y voluntad. Cuanto más fuerte sea, más agresividad existirá, mientras cuanto más superficiales sean demuestra falta de voluntad o fatiga física.

Los colores del dibujo: El rojo representa la vida, el ardor, el activo; el amarillo, curiosidad y alegría de vivir; el naranja, necesidad de contacto social y público e impaciencia; el azul, la paz y la tranquilidad; el verde, cierta madurez, sensibilidad e intuición; el negro representa el inconsciente; el marrón, la seguridad y planificación. Hay que destacar que un solo color puede denotar pereza o falta de motivación.

Información facilitada por www.guiainfantil.com

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