¿Cómo prevenirla y tratarla?
La tiña es una infección de la piel debida a hongos microscópicos que, según la zona afectada, adopta diferentes nombres: tinea pedis, t. unguium, t. capitis, t. corporis, t. cruris, o bien tiña del piel, de las uñas, de la cabeza, del cuerpo y de las ingles.
La forma más difundida es la tiña de los pies, conocida también como pie de atleta, pues afecta, sobre todo, a los niños que frecuentan el gimnasio o la piscina. Puede no dar señales o bien provocar un enrojecimiento entre los dedos de los pies, antes de que la piel se macere y se rompa, provocando un intenso picor. Si no se controla, la erupción se puede difundir al resto del pie y propagarse por las uñas y la planta del pie. Para acabar con el pie de atleta, siempre bajo la prescripción del pediatra, se puede aplicar una pomada antifúngica, teniendo cuidado de lavar antes los pies del niño y de secarlos cuidadosamente. La pomada debe aplicarse durante 2-3 semanas y, al menos, durante una semana más tras la desaparición de la tiña, aunque, aparentemente, el pie ya esté curado. En general, la curación requiere 2-3 semanas. Mientras tanto, el niño debe llevar un calzado adecuado. Hay que evitar poner al niño zapatos de plástico o un calzado demasiado estrecho; son preferibles los zapatos de cuero o de fibras naturales, que hay que cambiar a menudo.
Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/enfermedades/tina-bebes-1898
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