ALTERACIONES EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR

1. EL CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD

Se refiere a la función motriz (movimiento) y a la actividad psíquica (aspectos cognitivos y emocionales) como dos caras del proceso de globalidad integrada en la persona.

La psicomotricidad es una disciplina que tiene como objetivo el desarrollo armónico de la persona a través de técnicas que faciliten experiencias motoras, cognitivas y afectivas que permitan la relación con uno mismo y con el mundo exterior, en los ámbitos preventivo, reeducativo y terapéutico.

2. ALTERACIONES EN EL DESARROLLO PSICOMOTRIZ

2.1. Los trastornos psicomotores

Son muy difíciles de definir. Reflejan siempre alteraciones en las que se ven afectados varios aspectos del desarrollo del niño, de ahí la importancia de intervenir cuanto antes, pues el trastorno puede ir repercutiendo negativamente en diferentes áreas del desarrollo, comprometiendo el desarrollo integral del niño. 

Por lo general, los trastornos psicomotrices están muy ligados al mundo afectivo de la persona.

Las manifestaciones de cada trastorno son muy características, aunque comparten algunos rasgos comunes. Un examen profundo y completo es básico para detectar las deficiencias y trabajar sobre ellas. A continuación se describen los más destacados:

Debilidad motriz: estos niños presentan tres características:

o        Torpeza de movimientos (movimientos pobres y dificultad en su realización)

o        Paratonía: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria; incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente.

o        Sincinesias: movimientos involuntarios que acompañan a ejecuciones motoras voluntarias, sobre todo a las que requieren acción controlada. A veces también presentan inestabilidad motriz, tics, tartamudeo…

Trastornos de relación:

o        Tics: movimientos repentinos, absurdos e involuntarios que afectan a un pequeño grupo de músculos y que se repiten a intervalos (pueden ser tics faciales, respiratorios fonatorios...)

o        Tricotilomanía recurrente de arrancarse el propio cabello y/o vello del cuerpo, por simple placer, gratificación o liberación de tensión.

o        Onicofafia: comerse las uñas.

Trastornos de realización motora como las dispraxias:  que implican dificultad para realizar ciertos movimientos como escribir o atarse los zapatos.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): es uno de los trastornos más consultados. Suele ser más frecuente en niños que en niñas. Se suele detectar en Educación Primaria, ya que implica una mayor inmovilidad, pero puede darse en Educación Infantil. Se diagnostica según el número, la gravedad y la duración de tres grupos de problemas de conducta: 

• Hiperactividad: presenta un nivel superior de actividad dada su edad
• Impulsividad: tiene dificultad para controlar sus conductas, emociones y pensamientos.
• Falta de atención: tiene una gran dificultad o incapacidad para prestar atención y concentrarse.

4.2. Tratamiento educativo de las alteraciones en el desarrollo psicomotriz. 


A. DETECCION DE LOS NIÑOS CON DIFICULTADES: es importantísimo la detección y el diagnóstico en edades tempranas de los trastornos psicomotores, con el fin de mitigar y corregir las consecuencias graves que, en caso de no existir una intervención adecuada, afectarán al desarrollo integral del niño. 
La función principal del educador es su detección, para lo cual resulta muy útil la observación y evaluación del niño en las sesiones de psicomotricidad y, en general, en cualquier momento de la intervención educativa, ya sea en la escuela o en otro recurso de atención infantil; es también importante contrastar la información con las familias. Si el educador detecta alguna anomalía en el desarrollo del niño, tiene que ponerlo en conocimiento de los profesionales que se encargarán de su diagnóstico y tratamiento.


B. INTERVENCION Y SEGUIMIENTO: tiene que realizarse por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar, que consideren al niño en su globalidad. Para una atención correcta es necesario la coordinación de diferentes instituciones (Salud, Educación, Servicios Sociales) que atienden al niño, los profesionales y la familia, siendo fundamental el papel de esta última. 
En el momento actual no hay pautas homogéneas establecidas en relación a la atención temprana, de modo que los profesionales y recursos implicados difieren de una comunidad autónoma a otra.
Será el especialista quien diagnostica el trastorno y el que determina la forma en la que se tratará. El educador seguirá las pautas acordadas con este equipo y se llevará a cabo en colaboración con la familia.