CÓMO CONSEGUIR QUE LA HORA DE LA COMIDA NO SEA UN INFIERNO

Es importante entender que no merece montar en cólera ante un niño inapetente, un niño no se muere de hambre si no está muy deteriorado físicamente y si tiene alimento a su alcance, por lo tanto la salud no es lo que nos debe preocupar sino las causas de esa actitud frente a la comida.

La relación que tiene el niño con su madre está estrechamente vinculada, con la alimentación ya que en muchas ocasiones cuando se enfada con ella expresa su malestar rechazando la comida que ella prepara, por lo tanto el comer puede ser un símbolo de lucha en el hijo y la madre.

Causas de inapetencia

−     Raciones demasiado grandes

−     El niño está atravesando un momento familiar complicado, nacimiento de un hermano, deseo de llamar la atención, separación de sus padres…

−     Unos padres demasiado autoritarios o nerviosos, crean un ambiente tenso de disgusto, con prisas, amenazas…

−     No tienen un horario de comidas establecido, picotean entre horas,

−     Durante una enfermedad el apetito desciende, cuando se recupera el apetito vuelve a la normalidad

Hábitos de alimentación

−     Horario fijo para las comidas

−     El lugar de la comida debe ser un sitio destinado para ello y procurar que siempre sea el mismo

−     Proporcionarle una alimentación variada

−     Los adultos deciden lo que debe comer el niño, no al contrario. Si no lo quiere, no se le debe preparar otro plato, es mejor que no coma a que él decida lo que va a comer.

−     La hora de la comida debe ser un momento de encuentro y dialogo, de tranquilidad y afectividad.

−     Tener paciencia y no perder la calma. 

Ø  Es importante saber que los niños que toman la postura contraria y devoran sin degustar la comida, es también un problema y que se debe reflexionar y atender a las causas de esta ansiedad, además de intentar motivarle para que coma más despacio saboreando los alimentos y tomando una postura más reposada en la comida.