jueves, 30 de junio de 2011

YOGA PARA NIÑOS Y NIÑAS

El yoga ayudará a los niños en su largo camino hacia el dominio físico y psíquico 


Los padres buscan actividades para sus hijos que, además de divertirles, tengan beneficios positivos para su desarrollo físico y psíquico y para su salud. El yoga para niños puede ser una buena opción para unir juego con relajación, concentración y equilibrio.

Originario de la India, la palabra yoga significa 'unión', unión primero con uno mismo - el niño se encuentra con sí mismo, aprende a conocerse a sí mismo -, y después con los demás - los pequeños aprenden a relacionarse y comunicarse con su entorno -.
¿Te parece difícil que tu hijo o hija consiga mantenerse quieto, callado y concentrado en una de las posiciones del yoga? Seguro que a muchos padres les parecerán casi imposibles, pero la verdad es que la práctica del yoga os demostrará que todo es posible. Todo dependerá de la motivación, paciencia, persistencia y trabajo conjunto entre los padres y el profesor de yoga del niño.
Beneficios de la práctica del yoga con los niños

A través del yoga, los niños ejercitarán su respiración y aprenderán a relajarse para hacer frente al estrés, a las situaciones conflictivas y a la falta de concentración, problemas tan evidentes en la sociedad actual. El yoga les ayudará en su largo camino hacia el dominio físico y psíquico.
1- Desarrollo y destreza de los músculos motores.
2- Flexibilidad en las articulaciones.
3- Mejora de los hábitos posturales de la columna vertebral.
4- Masaje de los órganos internos.
5- Mejoría en los hábitos de la respiración.
6- Estimulación de la circulación sanguínea.
7- Mejoría de la autoestima.
8- Baja en el nivel de estrés infantil.
9- Perfeccionamiento de los sentidos.
10- Agilidad y entereza.
11- Calma y relajamiento.
12- Estiramiento.
10- Mejor desarrollo de la atención, concentración, memoria e imaginación.
11- Armonización de la personalidad y el carácter.
12- Oportuna canalización de la energía física.
13- Mejor comprensión e interacción con los demás.
Recursos y práctica del yoga con niños

Las clases de yoga asocian el trabajo corporal y mental. Tratándose de niños, la motivación es un factor muy importante. En razón de eso, es conveniente que en una clase de yoga no haya más de 15 niños reunidos.

Los niños deben sentirse cómodos y relajados. Deben vestirse con ropas holgadas, ligeras, confortables y que les permitan hacer cualquier movimiento con comodidad. Las clases deben sean ministradas en un ambiente limpio, tranquilo, ventilado y silencioso. Se pueden utilizar colchonetas o alfombrillas apropiadas y los niños pueden estar descalzos o con calcetines.

El yoga puede ser practicado a cualquier hora del día, pero el mejor horario para su práctica es por la mañana. Además es recomendable que se evite la ingestión de alimentos sólidos dos horas antes de su práctica.

La respiración del Yoga

La respiración es una parte integral del yoga. El inhalar y exhalar por la nariz es esencial para que el niño pueda estirarse y obtener el equilibrio necesario para empezar a practicar las posturas del yoga.

Una vez que el grupo controle su respiración, el profesor empezará con las posturas. El objetivo de las posturas es, desde los órganos exteriores, ir calmando a los órganos interiores. Con los niños, las posiciones hay que ir practicándolas poco a poco. Lo ideal, al principio, es que aprendan a respirar, relajarse, después a concentrarse.

Para los niños, el yoga debe ser practicado como se tratara de un juego. No se debe exigirles que repitan una postura una y otra vez porque eso puede convertirse en algo muy aburrido para ellos.

Hay que ir variando las posturas y los movimientos despacio y a un ritmo que los pequeños no pierdan la concentración. Como ya hemos dicho, el ánimo y la motivación son cruciales en este sentido; el respeto, la moderación, y una actitud positiva y alegre, también.
 
Cuándo puede mi hijo practicar yoga

Los expertos coinciden que la mejor edad para que el niño se adentre en los ejercicios del yoga es a partir de los 4 años. A esa edad los pequeños ya saben perfectamente lo que se puede esperar y se quiere de ellos y ya tienen la capacidad de realizar y controlar ciertos movimientos del cuerpo.


A esa edad, para los niños, la práctica del yoga es una actividad lúdica. No obstante, gracias al yoga consiguen olvidar las posibles situaciones de presión o estrés que aparezcan en el colegio o en casa y se relajan, adoptando una actitud tranquila, reduciendo tensiones y facilitando su concentración y autocontrol. Además favorece su potencial creativo y potenciar su talento.
El yoga está indicado para todos los niños y niñas 

El yoga es una actividad recomendada para todos los niños y niñas. La búsqueda del equilibrio y la armonía constituye una buena base para que, en el futuro, los pequeños disfruten de una vida adulta alegre y saludable.

Tanto para el niño inquieto o activo como para el tímido o vergonzoso, el yoga ayuda a canalizar su energía y reafirmar su autoestima. Ayudará a los más activos a aprender a relajarse y concentrarse más, mientras que también fomentará que los niños más callados pierdan su miedo ante los demás y se abran al universo que les rodea.

Consecuentemente, en función del temperamento de cada niño habrá que planificar las clases de yoga con unos tipos de ejercicios u otros. El doctor Pedro Martínez López explicaba en un artículo para la revista de la Asociación Española de Practicantes de Yoga (AEPY) que no se puede planificar "una práctica estándar del yoga igual para todos los tipos de niños, sino que antes tenemos que estudiar y analizar el temperamento de cada uno". A su juicio, hay que tener en cuenta "diversas características que luego influirán en la formación de una personalidad y de un desarrollo físico normal o desviado". Estas características son:
- Nivel de actividad del niño: frecuencia y rapidez de sus movimientos.
- Regularidad o irregularidad en sus funciones fisiológicas: sueño, hambre, etc.
- Reacción a experiencias nuevas como un dormitorio nuevo o estar con personas desconocidas.
- Mínima fuerza o estímulo necesarios para llamar su atención para realizar un nuevo movimiento o actividad.
- Energía de expansión en la que expresa sus emociones, estados de ánimos, deseos, ilusiones, etc.
- Humor.
- Facilidad con la que su atención de desvía de una a otra actividad por algún estímulo periférico.
- Tiempo de atención ininterrumpida hacia una actividad simple como ver la televisión o hacia una postura.


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