viernes, 6 de mayo de 2011

DUDAS SOBRE LA LACTANCIA.

¿Con qué frecuencia debo amamantar al bebé?
Durante el primer mes, su recién nacido debería alimentarse entre ocho y 12 veces al día.
 El hecho de amamantar al bebé frecuentemente favorece la producción de leche durante las primeras semanas. Cuando tienen uno o dos meses de vida, la mayoría de bebés hacen entre siete y nueve tomas diarias.
Hasta que su producción de leche se regularice, debería amamantar a su bebé “a demanda” (cuando el pequeño tenga hambre), probablemente cada hora y media a tres horas. Conforme los recién nacidos van creciendo, necesitan mamar menos frecuentemente y es posible que desarrollen una pauta de lactancia más predecible. Algunos maman cada hora y media, mientras que otros pueden aguantar dos o tres horas entre tomas consecutivas. Los recién nacidos no deben pasar más de unas cuatro horas sin alimentarse, incluso por la noche.

¿Los intervalos entre tomas se cuentan desde el momento en que el bebé empieza a mamar o desde el momento en que termina?

Los intervalos entre tomas consecutivas se cuentan desde el momento en que el bebé empieza a mamar -no cuando termina- hasta el inicio de la próxima toma. En otras palabras, cuando el pediatra le pregunte con qué frecuencia amamanta a su bebé, puede responderle "cada dos horas" si la primera toma de la mañana es a las 6, la siguiente a las 8 y así sucesivamente.
Esto significa que, sobre todo al principio, es probable que tenga la sensación de estar amamantando al bebé durante las 24 horas del día, lo que es completamente normal. De todos modos, no tardarán en establecer un horario de lactancia más regular y predecible.

¿Cómo puedo saber cuándo tiene hambre el bebé?
Se suele recomendar amamantar al bebé siempre que parezca tener hambre. Pero, contrariamente a lo que pueden creer algunas madres primerizas, el llanto es una señal tardía de hambre. Debe tratar de amamantar a su bebé antes de que esté tan hambriento que se sienta molesto, se altere y resulte difícil tranquilizarlo.
De todos modos, también es importante tener en cuenta que cada vez que llora un bebé no tiene que ser necesariamente porque tiene hambre. A veces los bebés necesitan que los abracen o que les cambien los pañales. También pueden llorar por un exceso de estimulación, por aburrimiento o porque tienen frío o calor.
Una forma de saber si el bebé está llorando porque tiene hambre o por algún otro motivo es comprobar la hora. Si el bebé empieza a llorar solo una hora después de haber mamado bien, probablemente estará molesto por alguna otra razón. Las señales de que un bebé tiene hambre incluyen:
·         mover la cabeza de un lado al otro
·         abrir la boca
·         sacar la lengua
·         llevarse las manos y los puños a la boca
·         fruncir los labios como si fuera a succionar
·         restregar la boca contra los pechos de su madre
·         mostrar el reflejo de búsqueda del pecho (girar la boca hacia algo que le está acariciando o tocando la mejilla)

¿Cuánto tiempo duran las sesiones de amamantamiento?
Eso dependerá del bebé, de usted y de muchos otros factores, como:
·         si ya le ha subido la leche y su producción de leche está completamente regularizada
·         si su reflejo de eyección es o no inmediato (es decir, si la leche le baja inmediatamente cuando empieza a amamantar al bebé o tarda unos minutos en hacerlo)
·         si el flujo de la leche es lento o rápido
·         si se está colocando correctamente el bebé en el pecho
·         si su bebé “va al grano” o remolonea un poco antes de ponerse “manos a la obra”
·         si su bebé está adormilado o se distrae con facilidad (lo que les suele ocurrir sobre todo a los bebés de más edad)
La duración de las tomas también depende de la edad. Conforme van creciendo, los bebés van adquiriendo mayor destreza, por lo que pueden tardar solamente entre cinco y 10 minutos en vaciar cada pecho, mientras que un recién nacido puede pasarse hasta 20 minutos en cada pecho.
Asegúrese de que la posición del bebé es la correcta y que se agarra bien al pecho desde el principio. Es importante que el bebé mame con la boca bien abierta y que abarque con la misma la mayor superficie posible de la areola mamaria (no solamente la punta del pezón).

¿Con qué frecuencia debo cambiar de pecho?

Para mantener una buena producción de leche en ambos pechos -y evitar que se congestione uno de ellos, lo que puede resultar muy doloroso- es importante ir alternando entre ambos pechos y procurar que el bebé mamé aproximadamente la misma cantidad de tiempo de ambos cada día. De nuevo, la cantidad de tiempo que un bebé mama de cada pecho difiere entre bebés y entre madres. Algunos bebés pueden quedarse satisfechos tras mamar durante cinco minutos de cada pecho, mientras que otros necesitan mamar 10 ó 15 minutos de cada pecho.
Algunos expertos recomiendan ofrecer ambos pechos en cada toma, alternando el pecho que se ofrece primero en tomas consecutivas.
Sin embargo, últimamente algunos especialistas en lactancia materna están recomendando ofrecer solamente un pecho en cada toma e ir alternando los pechos en tomas consecutivas. Esto permite que el bebé ingiera mayor cantidad de leche de final, que es más rica en grasas. (La leche de inicio, que fluye del pezón al principio de la toma, tiene menos contenido graso que la leche de final.)

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